Ética y fotografía callejera
Este es otro de esos debates permanentes dentro del mundo de la fotografía urbana. Yo parto de la premisa de que la ética es un concepto personal, esto es, que atañe al individuo. La moral, por otra parte, sería una especie de ética comunal o relacionada con un grupo humano determinado. Si aceptamos está premisa, tendremos que existen tantas éticas de la fotografía callejera como fotógrafos callejeros. Sin embargo, no existe una moralidad específica más allá de la comúnmente aceptada en la sociedad en la que nos encontremos.
En principio la calle es un espacio público y abierto que compartimos con otras personas. No existen límites a la hora de retratar lo que nos rodea en esa plaza pública si una autoridad reconocida por la comunidad como tal no lo manifiesta de forma explícita. Un ejemplo de esto sería la prohibición expresa de fotografiar una instalación militar.
Sobre el tema de los sujetos a retratar, yo no me pongo límite alguno. Disparo por intuición. En la calle todo va muy rápido. No da tiempo a pensar demasiado. Una vez frente a la pantalla del ordenador y procesando las imágenes, puedo descubrir alguna que me incomode en el sentido de hacerla pública. Si eso llega a acontecer suele ser porque algo en mí me indica que la dignidad de la persona retratada puede verse afectada. RESPETO podría ser la palabra que mejor define la base sobre la que se sustenta mi ética de la fotografía callejera.
En principio la calle es un espacio público y abierto que compartimos con otras personas. No existen límites a la hora de retratar lo que nos rodea en esa plaza pública si una autoridad reconocida por la comunidad como tal no lo manifiesta de forma explícita. Un ejemplo de esto sería la prohibición expresa de fotografiar una instalación militar.
Sobre el tema de los sujetos a retratar, yo no me pongo límite alguno. Disparo por intuición. En la calle todo va muy rápido. No da tiempo a pensar demasiado. Una vez frente a la pantalla del ordenador y procesando las imágenes, puedo descubrir alguna que me incomode en el sentido de hacerla pública. Si eso llega a acontecer suele ser porque algo en mí me indica que la dignidad de la persona retratada puede verse afectada. RESPETO podría ser la palabra que mejor define la base sobre la que se sustenta mi ética de la fotografía callejera.